“La vida es corta y a veces no tienes demasiado tiempo para recuperarte. Es muy triste, pero hay que aceptar que las cosas son así. Ese es un tema que siempre estuvo en mis novelas”, dijo Kazuo Ishiguro al presentar su nuevo libro, Klara y el sol (Anagrama), el primero tras haber obtenido el Nobel, en 2017. Ishiguro, británico de origen japonés, autor de Lo que resta del día, habló sobre los avances tecnológicos y la necesidad de pensar en qué secuelas emocionales dejará la pandemia.

“Es muy difícil hablar de qué nos dejará esto que vivimos -afirmó- pero es seguro que la tecnología se adelantó. Incluso la vida laboral cambió. Es interesante plantearse cómo nos afectará esto que vivimos en nuestra vida social. Hay millones de personas en el mundo en estado de duelo y shock porque perdieron a algún ser querido. Este mismo sentimiento se encuentra en los tiempos en que hubo guerras. En el Reino Unido, donde vivo, se duplicaron las cifras de muertes comparadas con las muertes de civiles en la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, el tema que tenemos que abordar es qué tipo de impacto emocional nos dejará esto. Tenemos que estar preparados para saber qué impacto tendrán estas cuestiones en la sociedad. Habrá seguramente repercusiones como estrés, rabia, dolor y no sé cómo se van a mostrar. Deberíamos estar debatiendo esto más que las cuestiones económicas. Cuando miramos lo que sucedió después de las guerras, entendemos que se trata de un impacto emocional tremendo”.

Riesgos de los gigantes tecnológicos

En Klara y el sol, que estará en las librerías argentinas en los primeros días de abril, la trama gira alrededor de la inteligencia artificial. Klara es lo que se conoce como una AA (Amiga Artificial). Ishiguro plantea la incidencia de la inteligencia artificial en la humanidad. Klara y el sol, según Ishiguro, “no es una historia sobre la memoria sino sobre el miedo que se puede tener al futuro”.

El lector entenderá que si bien es ficción, se trata de un futuro inmediato. En este caso, una AA que cuida de una pequeña, en reemplazo de sus padres biológicos. “Uno de los problemas que tenemos es que el negocio de las empresas de tecnología no favorece el desarrollo emocional de los seres humanos. Hace falta controlar a las grandes tecnológicas. Nuestra sociedad crea muchas desigualdades y con eso hay que tener cuidado. De hecho, el negocio de Facebook se basa en controlar nuestros movimientos y de ahí usar nuestros datos. Hay un potencial enorme para hacer el bien en la tecnología, sobre todo en el ámbito de la salud. Y lo podemos hacer con herramientas a nuestro alcance. Pero como sociedad necesitamos despertarnos rápido para reorganizarnos y evitar grandes peligros”, dijo Ishiguro.

En la misma temática sostuvo que cree que “el tema de los teléfonos que saben cada vez más de nosotros es preocupante. En esta novela, Klara termina por parecerse a una madre o un padre de una niña. Creo que los seres humanos, cuando se trata de cuidar a nuestros hijos, somos un poco como máquinas programadas. Quería que Klara fuese un reflejo de ciertas cualidades de los seres humanos”. Y destacó: “Me interesa mucho el tema de las emociones humanas”. “Un amigo artificial como Klara puede tener un papel como el de un animal de compañía, como un perro o un gato. Pero creo que los seres humanos necesitan siempre de otro ser humano”, agregó.

“La genética tendrá sus cosas positivas porque podrá tratar enfermedades y resolver problemas de alimentación, por ejemplo. Pero a la vez genera un tema muy salvaje, que es el de la meritocracia. Puede ser peligroso. Este es uno de los ámbitos en los que como sociedad tenemos que empezar a hablar. Tengo la sensación de que estamos en un umbral similar al de la revolución industrial”, invitó a reflexionar.

Lecturas y escritura

Durante la video conferencia se abordaron otras temáticas. “Siempre me fascinaron los libros infantiles. Me gustan los libros ilustrados, en los que hay una relación clara entre imagen y texto. Hace unos años tuve la idea de escribir algo así. Los adultos solemos querer proteger a los niños de la realidad y siempre queremos presentarles un mundo amable. Pero en esos relatos se puede ver como una pizca de oscuridad del mundo que les espera”, dijo.

Ishiguro contó que no escribe todos los días porque le interesa dedicar más tiempo a reflexionar o leer. “Me gusta mucho hablar con personas. A menudo lo que hago es perseguir ideas que me interesan. Antes de sentarme a escribir pasa mucho tiempo. Y cuando me pongo a escribir, escribo rápido. No quiero escribir un libro cualquiera. Antes que eso, prefiero no escribir”.

Stanley Kubrick, como cineasta, y Bob Dylan, como cantante, son sus referentes. “Se animaban a cambiar de estilo. En el caso Dylan eso era recibido con hostilidad por parte de sus fans. Y yo crecí pensando que era heroico. Uno a veces avanza o cambia, y puede dar un paso que le genere perder algún lector, pero en mi caso siento que me han seguido, y eso me ha dado más energía para avanzar. Pretendo que cada libro refleje quién soy en la edad y el momento que vivo al escribirlo. Uno cambia con los años. Y el mundo evoluciona”.

Intercambios

“No creo que la literatura deba ser más o menos optimista. Debe ser honesta. La ficción, para nosotros, es una manera de intercambiar ideas y sentimientos. Por eso la ficción es importante. Las ideas las podemos cambiar a través del periodismo o de los ensayos, pero los sentimientos los podemos intercambiar a través de los libros, la música o las películas”, postuló.

Sobre política y literatura señaló: “Desde un punto de vista político he sido de izquierdas. Pero no creo que mis libros hablen necesariamente de las clases trabajadoras. Intento presentar una metáfora de la gente de a pie. Para los poderosos, la mayoría de nosotros somos como sus sirvientes. En Lo que queda del día, el personaje es un mayordomo. Y la mayoría de nosotros somos como mayordomos de otros”.

Sobre el cierre de la conferencia sorprendió al destacar la fascinación que le provocó la película argentina de Juan José Campanella El secreto de sus ojos, que obtuvo el Óscar como Mejor película de habla no inglesa en 2010. “Esas historias me fascinan. La historia de una persona que vive pensando en su venganza, que en definitiva vive atada al pasado”.

Klara y el sol*
Kazuo Ishiguro

Cuando Rosa y yo éramos nuevas, nos colocaron en la parte central de la tienda, en el lado de la mesa de las revistas, y eso nos permitía tener vistas a través de algo más de la mitad del escaparate. De modo que veíamos el exterior: los empleados de las oficinas siempre con prisas, los taxis, los corredores, los turistas, Mendigo y su perro, la parte inferior del Edificio RPO. Cuando ya llevábamos cierto tiempo en la tienda, Gerente nos permitía acercarnos a la parte delantera, justo detrás del escaparate, y desde allí podíamos ver lo alto que era el Edificio RPO. Y si estábamos allí en el momento adecuado, podíamos ver cómo se desplazaba el Sol desde los tejados de los edificios de nuestro lado de la calle hacia la acera del Edificio RPO.

Cuando tenía la suerte de poder verlo así, echaba la cara hacia delante para absorber toda la energía posible, y si Rosa estaba a mi lado, le decía que hiciera lo mismo. Pasados uno o dos minutos, teníamos que regresar a nuestros puestos, y en la época en que éramos nuevas eso nos inquietaba, porque desde la parte central de la tienda a menudo no alcanzábamos a ver el Sol y eso significaba que cada vez estaríamos más débiles. Chico AA Rex, que en aquel entonces ocupaba un lugar pegado a nosotras, nos dijo que no teníamos por qué preocuparnos, porque el Sol tenía mecanismos para llegar hasta nosotras estuviéramos donde estuviésemos.

* Fragmento (Anagrama, 2021).

PERFIL

Kazuo Ishiguro nació en Nagasaki, en1954, y vive en Londres. Recibió el Premio Nobel de Literatura 2017. Publicó ocho libros. Entre ellos, Nunca me abandones, El gigante enterrado y Lo que queda del día, llevada al cine en la película homónima protagonizada por Anthony Hopkins y Emma Thompson con ocho nominaciones al Oscar. Entre otras distinciones, recibió el Booker Prize, la orden del Imperio británico y fue nombrado Sir.

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Alejandro Duchini – Periodista.